lunes, 28 de enero de 2013

IGNOLENCIA


En la página ==PRESENTACIÓN== del AudioTexto en formato de lectura automática para  El Libro de los Espíritus  hube de crear la palabra:
IGNOLENCIA, para describir cierta acción antisocial, intencionada y provocativa que deja "libre de culpa" a quienes la practican.
Ya es tiempo de mostrar a los desposeídos y marginados el verdadero sentido de la vida, que ellos acepten la responsabilidad que les toca de instruirse e informarse para no ser usados como caballito de batalla por la Política y la Religión que les obliga a estar en continuo antagonismo con la Economía, (como si no fuera para ellos), para que así: por merecimiento, puedan obtener la Dignidad y los Derechos que le corresponden a todos los habitantes de éste Planeta no importando su condición social.
Todas las enfermedades sociales o físicas, y las inconformidades sociales o psíquicas, podrán ser erradicadas cuando sepamos quienes somos y cual es nuestro acervo espiritual, y para eso hay que: “Estudiar”.

IGNOLENCIA
Es una palabra compuesta que comprende la Ignorancia y la Indolencia.
Proviene de la Ignorancia, aunque para no generalizar ni ofender a nadie y a la vez representar actos reñidos con la moral, como por ejemplo la Inquisición o los suicidios colectivos de algunas sectas extremas, o los efectos de las guerras que sobrepasaron con creces la Indolencia.
Después de esto la palabra original (Ignorancia) me parece demasiado benévola para referirse a la labor de las Iglesias y de las Sectas, de la Política y de la Economía.

En resumen, IGNOLENCIA: es la falta de conocimiento adecuado, avalado por el no esfuerzo de instruirse, es la desinformación intencionada por parte de los poderes Religiosos, Políticos y Económicos en detrimento de las personas.
La ignorancia facilita el consumismo y la proliferación de enfermedades físicas, morales y sociales, nos posiciona en un futuro que no existe, alejándonos de la realidad del ahora, nos inunda de distracciones y nos clasifica como seres cultivables para alimento de la economía y la política, controlados por la religión, las características comerciales y los programas sociales (algunos más sensibles y humanizados hacen lo que pueden).
Al ser estos entes o estructuras (política, religión y economía), gigantes carentes de sentimientos e indiferentes ante la sociedad.
Son las personas que integran estas instituciones quienes deben reflejar su formación moral, social y comunitaria a medida que su estudio y comprensión lo permita, para ir progresando en beneficio de la sociedad.

No es posible clasificar a las personas dentro de la IGNOLENCIA, es demasiada crueldad, ESTA ES SOLO APLICABLE A LOS PODERES E INSTITUCIONES AFINES.
Recomiendo leer los libros: “El Horror Económico” y “Una Extraña Dictadura” de la escritora Viviane Forrester. Para comprender mejor los Poderes.

Publicado por  http://caminantespirita.blogspot.com/

Veamos las definiciones:

IGNORANCIA:  – Wikipedia. La Ignorancia (del verbo “ignorar”, del Latín ignorare – “no saber”-, derivado negativo de la raíz gno – de(g)noscere – “saber”- ) suele entenderse de forma general como ausencia de conocimiento.
Se puede entender en dos sentidos:

·      En un sentido absoluto:
Ignorancia o ignorante, aplicado sin matices en sentido absoluto a una persona o grupo social; equivale a un insulto que manifiesta una degradación en la escala social y en la valoración individual.

·      Respecto a un contenido concreto:
Cuando se aplica a un contenido concreto significa: “no saber algo determinado”, frente al conocimiento de muchas otras cosas o “tener un conocimiento imperfecto sobre...”

En este segundo sentido es donde el concepto de ignorancia adquiere toda su dimensión en su referencia al conocimiento.
No se trata, entonces de una “ausencia” sino de una “carencia de” o de una “imperfección” respecto de un conocimiento adecuado.
 En este caso la ignorancia nos muestra diferentes propiedades del proceso cognitivo, así como acerca de la afirmación de su validez como conocimiento.

La ignorancia, así considerada, aplica como adjetivo a una persona o conjunto de personas, se toma como sinónimo de estupidez, tomándose de este modo como un insulto, si no es un desprecio.
De hecho la carencia absoluta de conocimiento, la ignorancia absoluta no es posible; pues de lo absolutamente desconocido ni siquiera se puede decir que es “desconocido”. Y si tenemos alguna noticia de ello, por eso mismo deja de ser completa o absolutamente ignorado.

La ignorancia como realidad social:
Lo diferenta, lo nuevo, lo inesperado, tiende a verse como algo peligroso y amenazante en el proceso cognitivo. En este sentido tendemos hacia la ignorancia, frente a la tensión que supone la ampliación de lo conocido.
No es extraño, pues que algunas creencias de tipo ideológico y moral alaben la ignorancia como fuente de dicha. Estas creencias promueven que la tradición es el valor social fundamental respecto a las preguntas que pueden abrir la mente al conocimiento de nuevos aspectos de la realidad.
Históricamente en las sociedades con sólidos sistemas de jerarquía o sistema de castas, este sentido de ignorancia se aplica a los “ignorantes” lo que ayuda a mantener directamente la especialización de las clases sociales en la riqueza y en el trabajo, reduciendo celos y descontento y ayudando de este modo a la armonía social.
Ciertas creencias religiosas y culturales: “Dios ha hecho así las cosas” o “es necesario conformarse con una voluntad divina” o simplemente “las cosas son así, que le vamos a hacer”, justifican y mantienen esta ignorancia y han sido un freno para el desarrollo y progreso cultural y social.
El avance del conocimiento, como contrapunto a la ignorancia, siempre ha sido una crítica y oposición a creencias religiosas y mitos así como al ejercicio del poder social, que consagran el STATU QUO y dificultan la evolución hacia el progreso.
Tal es el significado de denuncia del espíritu de la ilustración y la idea de progreso social unida al crecimiento de la educación de la población.
Ningún texto formula mejor este modo de concepto de la ignorancia que el escrito de Immanuel Kant en 1784, “Respuesta a la pregunta ¿qué es la ilustración?” y su famosísimo aforismo: “sapere aude”: ¡ atrévete a saber ¡”.
Hoy el derecho a la educación y el acceso libre al conocimiento y a la información veraz está reconocido como uno de los Derechos Humanos fundamentales.
La ignorancia no se acepta como valor positivo, y aunque se subraya su carácter de valor negativo, no obstante se procura aplicar en muchas modalidades de la acción social.
La censura, la información o desinformación intencionada etc. constituyen todavía
Un freno para el desarrollo del conocimiento bajo el supuesto de que la ignorancia facilita el ejercicio del poder.
Poder que adquiere especial relevancia ejercido desde los medios de comunicación que tienden por eso a estar muy controlados tanto por los poderes políticos como económicos.
La Antropología, por su parte, muestra como la cultura propia puede suponer una ignorancia absoluta respecto a la cultura ajena y puede ser una dificultad para comprender las costumbres y las culturas diferentes.
En casos extremos algunos valores culturales convertidos en absolutos, pueden producir asimismo “absoluta ignorancia”, y producen elefantísmo. Generalmente el fanatismo es un subproducto de este sentido de la ignorancia fácilmente convertible en integrismo religioso o doctrinal, racismo e intolerancia gobernado y dirigido, casi siempre, no por la ignorancia, sino por los intereses de poder.

Ignorancia y conocimiento:
En su relación con el conocimiento la ignorancia adquiere un significado de “carencia” o de imperfección.
El conocimiento en su referente contiene un “estado de ignorancia” o “desinformación”, que admite por tanto muchos grados y matices hasta llegar a una situación de conocimiento adecuado que pueda sostener una afirmación de conocimiento válido.
En filosofía el estado de ignorancia va parejo e inversamente proporcional a la adquisición de conocimiento, siendo éste el objeto de estudio de la epistemología.

Docta Ignorantia:
Es una expresión empleada por San agustín, San Buenaventura y principalmente por Nicolás de Cusa para significar la actitud prudente del sabio ante la magnitud de los problemas del Universo y la limitación de las facultades naturales del conocimiento. Es la conciencia de nuestra ignorancia, de lo que podemos saber y de lo que no podemos saber, en el fondo no difiere del punto de partida Socrático y es el principio de la verdadera Ciencia.


INDOLENCIA: La información en Wikipedia es escasa, sólo dice que es:
Dejado, Perezoso, Negligente.

A continuación un artículo encontrado en foros de www.univision.com que a la vez dice: (Artículo sacado de la red).

¿ Que significa ser indolente ?

LA INDOLENCIA ES CAUSA O COMPAÑERA INSEPARABLE DE LADRONES, CORRUPTOS Y CRIMINALES.

Indolencia por un lado significa flojera, pereza o haraganería, y por el otro, indica inestabilidad y el no conmoverse ante el dolor propio o el de terceros. Esto se debe a que en la antigua mitología griega la divinidad que personificaba la indolencia también interpretaba a la pereza. Su nombre era “Ergía” y convivía con otras Deidades que representaban al sueño, la quietud y el silencio. Se le pintaba como un ser somnoliento, dormía en medio de telarañas y se mostraba contrapuesta al trabajo.

Desde un punto de vista psicológico, una persona indolente describe a quien no se afecta o conmueve ante el dolor. La indolencia social incluye ser indiferente ante el sufrimiento de una o más personas o de una comunidad.

La indolencia social se presenta en algunas comunidades producto de un fatalismo provocado por la desesperanza y por no poder cambiar el trágico entorno donde habitan, ni poder “salir de abajo” aunque se hagan esfuerzos notables en el trabajo. La obligada resignación y una aceptación forzada de la ruinosa realidad, produciría en algunos la indolencia y una actitud de poca o ninguna solidaridad. En este caso, nos referimos a la indolencia social que encontramos en ciertos niveles desposeídos de la sociedad.

En casos individuales, sin importar el nivel socioeconómico, el indolente es una persona egoísta por naturaleza, generalmente inescrupulosa, superficial. No reacciona ante calamidades y tragedias.
Los indolentes no piensan en los demás, se concentran en sí mismos. Esto les permite no sentir remordimientos, recatos ni consideraciones con otros.

Así, los delincuentes son indolentes con sus víctimas.
Los corruptos son insensibles al daño que ocasionan.
La indolencia es causa o compañera inseparable de ladrones y criminales.
También tropezamos con los indolentes “pasivos” que se concentran en su propia existencia, ocupados en lograr sus objetivos sin “ver para los lados”, aunque algunos sean arribistas y perjudiquen a otros para ellos “subir” o “ascender”. Entre los indolentes pululan los fríos y calculadores y los indiferentes y apáticos.

Se puede comenzar a dejar de ser indolente adhiriéndose a alguna causa común con miembros de su comunidad, participando en apoyo y respaldo en distintos eventos, siendo solidarios con las personas cercanas y con la comunidad en donde viva.
El conocer los problemas de otros, aportar soluciones o colaborar con ello, poco a poco, despertará el interés y en algún momento la indolencia dará paso a la sensibilidad, al entusiasmo y al existir con sentido gregario y social.


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