viernes, 9 de noviembre de 2012

Regeneración de la Humanidad


y No destrucción de la Humanidad.

Éstos serán los signos de los tiempos que han de venir….

Ya ha llegado el tiempo de la Regeneración de La Humanidad.  Ya pasó el primer siglo que dijeron los Espíritus Superiores y ya estamos a mitad del próximo siglo, a 46 años de este segundo siglo.  Los signos de los tiempos que han de venir no serán mediante un nuevo diluvio, ni un cataclismo, ni una revuelta general, estos no son los signos de los tiempos.

“Todo sigue el orden natural de las cosas, y las leyes inmutables de Dios no serán por ningún concepto interrumpidas. No veréis, por consiguiente, ni milagros, ni prodigios, ni nada sobrenatural en el sentido vulgar que se da a estas palabras. No miréis al cielo para buscar los signos precursores, porque no los hallaréis, y aquellos que os los anuncien os engañarán; pero mirad en torno de vosotros, entre los hombres, y aquí los hallareis.”,

según dicho por los mismos espíritus de La Codificación Espírita, el Libro El Cielo y El Infierno, escrito por Allan Kardec, y luego muy bien resumido en EL Libro Obras Póstumas, también escrito por Allan Kardec.
 Lo siguiente es literalmente lo que dijeron los Espíritus Superiores sobre la Regeneración de La Humanidad, que bajo ninguna circunstancias deberá interpretarse con lo que muchos pronostican sobre las catástrofes y el fin del mundo ocurrirá en el 2012.  Ya estamos a casi la mitad del año y nada ha ocurrido ni ocurrirá jamas.  Eso si; los falsos profetas están por doquier, en todas partes tratando de adjudicarse crédito por lo que no han interpretado lo que la Regeneración de la Humanidad deberá ser. Pues esta Regeneración de La Humanidad se refiere al comportamiento Moral y no de destrucción física de los seres humanos, ni del mundo que Dios nos ha dado para vivir.

        Les exhorto a evaluar lo dicho por Los Espíritus Superiores, muy bien explicado, hace 146 años, ellos dijeron lo siguiente hace 146 años luego de publicados4 libros de la Codificación Espirita, solo faltaba la publicación del Libro de Génesis.

Los Espíritus anuncian que son llegados los tiempos que la Providencia señaló para que se produjera una manifestación universal, y siendo ellos los ministros de Dios y agentes de su voluntad, su misión consiste en instruir e iluminar a los hombres, inaugurando una nueva era para la regeneración del género humano.”

Mi opinión al respecto es lo siguiente:

"NO CREAS NI A FALSOS PROFETAS, NI A MERCADERES ESPIRITUALES, QUE LO ÚNICO QUE BUSCAN ES EL BENEFICIO PROPIO, NI A NINGUNA PREDICCIÓN ADIVINATORIA QUE LO ÚNICO QUE HACEN ES CREAR EXPECTATIVAS PARA EL PROPIO BENEFICIO MATERIAL DE LOS QUE SE PRESTAN PARA ESTAS TONTERÍAS. 

Frank Montañez".

LA ESENCIA Y NO LA LETRA…

Se da más importancia al lenguaje que a la esencia del mensaje que Espíritus Elevados nos dieron en La Codificación Espírita de Allan Kardec.  Muchos dicen que los Espíritus de La Codificación Espírita eran Espíritus religiosos, menospreciando su trabajo, cuando el propósito era el adelantamiento espiritual de la Humanidad. Pero lo esencial es entender que lo que adelanta el espíritu no es otra cosa que el comportamiento humano en términos de Bien Común o Moral, y más que nada las intensiones de cada cual, pues es lo que Dios busca. Cuando se logra discernir que no es importante el lenguaje sino el mensaje y por consiguiente las intensiones, se puede crecer a pasos agigantados en el espíritu. Deberíamos estar luchando contra las maquinaciones y los comportamientos humanos inducidos por Espíritus Impuros cuyo propósito es todo lo contrario al Bien Común o lo que lo mismo que La Moral, pero los que critican la obra de Kardec no se han dado cuenta que el hacer eso, solo les ocasiona que su propio adelantamiento espiritual no crezca como debe ser y por consiguiente entorpecen el crecimiento de otros que si desean lograr adelantarse en su espíritu.  

Los mensajes espirituales de los Buenos Espíritus están indicando que debemos trabajar arduamente para el despertamiento espiritual de la humanidad.  Caminemos sin criticar, sin hacer que se desvíen los propósitos de educación que logrará el crecimiento espiritual de la humanidad hacia un mundo regenerado, donde podamos disfrutar del Bien Común y sus frutos . Frank Montañez.

El Libro de Obras Póstumas de Allan Kardec nos da una mejor explicación de este proceso de regeneración de La Humanidad. ¿Estás preparado para entender esta Verdad Espiritual? Pues en este artículo lograrás saber los detalles de lo que dijeron Los Espíritus Superiores.  


Libro Obras Póstumas  
de Allan Kardec

25 de abril de 1866
(Paris. Resumen de las comunicaciones dadas por monsieures
M y T, en sonambulismo)

Regeneración De La Humanidad

Los acontecimientos se precipitan con rapidez, y por lo tanto, no os decimos como otras veces: "Los tiempos están próximos", sino que os decimos: "Los tiempos han llegado".

Por estas palabras no entendáis un nuevo diluvio, ni un cataclismo, ni una revuelta general. Las convulsiones parciales del globo han tenido lugar en todas las épocas y se producen aún, porque tienden a su constitución; pero estos no son los signos de los tiempos. Y no obstante, todo lo que fue predicho en el Evangelio, debe cumplirse y se cumple en este instante, como vosotros lo conoceréis más tarde; más no toméis los signos anunciados sino como figuras de las que es necesario buscar el Espíritu y no la letra.Todas las Escrituras contienen grandes verdades bajo el velo de la alegaría, y por esto los comentaristas que se han aferrado a la letra, se han equivocado. Les faltaba la clave para descifrar el sentido verdadero. Esta clave se halla en los descubrimientos de las ciencias y en las leyes del mundo invisible que os revela el Espiritismo. De hoy en adelante, con la ayuda de estos nuevos conocimientos, lo que está oscuro se hará claro e inteligible.

Todo sigue el orden natural de las cosas, y las leyes inmutables de Dios no serán por ningún concepto interrumpidas. No veréis, por consiguiente, ni milagros, ni prodigios, ni nada sobrenatural en el sentido vulgar que se da a estas palabras. No miréis al cielo para buscar los signos precursores, porque no los hallaréis, y aquellos que os los anuncien os engañarán; pero mirad en torno de vosotros, entre los hombres, y aquí los hallareis. ¿No sentís un viento que sopla sobre la tierra y agita todos los Espíritus? El mundo está atento y como en expectativa de un presentimiento vago acerca la proximidad de la tormenta.

No creáis por esto que venga el fin del mundo material: la tierra ha progresado después de su transformación, debe progresar aún y no puede ser destruida; pero la humanidad ha llegado a uno de esos períodos de transformación, y la tierra va a elevarse en la jerarquía de los mundos. No es, pues, el fin del mundo material lo que se preparaes el fin del mundo moral,esto es, del viejo mundo, del viejo mundo de los prejuicios, del egoísmo, del orgullo y del fanatismo. Cada día se llevaalgunos restos. Todo concluirá para él con la generación quese va, y la generación nueva elevará el nuevo edificio que las generaciones siguientes consolidaran y completaran.

De mundo de expiación, la tierra está llamada a ser un día un mundo de felicidad, y su habitación será una recompensa en lugar de ser un castigo. El reinado del bien debe suceder-al reinado del mal.

Para que los hombres sean felices sobre la tierra, se hace preciso que no sea poblada más que porEspíritus encarnados y desencarnados que sólo quieran el bien. Este tiempo ha llegado ya. Una grande emigración, de entre los que la habitan se está realizando en este momento. Aquellos que hacen el mal por el mal y a los que el sentimiento del bien no les atañeson indignos de la tierra transformada y serán excluidos, porque le llevarían de nuevo las revueltas y confusiones, siendo un obstáculo a su progreso. Irán a espiar su endurecimiento en mundos inferiores, donde portarán el caudal de sus conocimientos y servirán a la causa del perfeccionamiento. En la tierra serán reemplazados por Espíritus mejores, que harán reinar entre ellos la justicia, la paz y la fraternidad.

La tierra, hemos dicho ya, no debe ser transformada por un cataclismo que acabe súbitamente con una generación. La actual desaparecerá gradualmente y la nueva le sucederá del mismo modo, sin que nada se altere en el orden ordinario de las cosas. Exteriormente todo pasará en su forma habitual con la sola y esencialísima diferencia de que una parte de los Espíritus que en ella se encarnaban, no volverán a encarnarse. En el niño que nazca, en vez de encarnar un Espíritu atrasado y con tendencias al mal,encarnará un Espíritu adelantado y portador del bienSe trata, por lo tanto, menos de una generación corporal que de una nueva generación de Espíritus; y aquellos que esperan ver operarse esta transformación por efectos sobrenaturales y maravillosos, sufrirán una decepción.

La época actual es de transición: los elementos de dos generaciones se confunden. Colocados en el punto intermedio, asistís a la partida de una y a la llegada de otra, y cada cual se manifiesta en el mundo por los caracteres que le son propios.
Las dos generaciones tienen ideas y puntos de vista diametralmente opuestos. En la naturaleza de las disposiciones morales, y, sobre todo, de las intuitivas e innatas, es fácil distinguir a cuál de las dos pertenece cada individuo.

La nueva generación, debiendo fundar la era del progreso moral, se distingue por una inteligencia y una razón generalmente precoces, aunadas a un sentimiento innato del bien y de las creencias espiritualistas; todo lo cual es signo indubitable de cierto grado de progreso anterior. No se crea por esto que toda ella la compongan Espíritus eminentemente superiores, pero sí de aquellos que habiendo progresado lo bastante, están predispuestos a asimilarse todas las ideas progresivas y sean aptos para secundar el movimiento regenerador.

Se distingue, por el contrario, a los Espíritus atrasados, por su rebelión desde el primer instante contra Dios, negando la providencia y todo poder superior a la humanidad; y después, por la propensión instintiva a las pasiones degradantes, a los sentimientos anti-fraternales del orgullo, la malevolencia, los celos, la lujuria, en fin, por el predominio, por el deseo vehemente en ellos hacia todo lo que es material. De estos vicios debe la tierra purgarse por el alejamiento de aquellos que rehúsan su enmienda y son incompatibles, por lo mismo, con el reino de la fraternidad y con los hombres de bien, que sufrirían con su contacto. La tierra será libertada y los hombres marcharán sin trabas hacia el porvenir mejor, que les está reservado en ese planeta como premio a sus esfuerzos y perseverancia, en tanto que una depuración más completa les abre la entrada en los mundos superiores.

Por esta emigración de los Espíritus no debéis entender que todos los retardatarios serán expulsados de la tierra y relegados a mundos inferiores. Muchos, por el contrario, reencarnarán para ceder al empuje de las circunstancias y del ejemplo, porque su corteza era peor todavía que el fondo. Una vez sustraídos a la influencia de la materia y de los prejuicios del mundo corporal, la mayor parte, y de esto lograréis muchos ejemplos, verán las cosas de una manera totalmente diferente de cuando vivan. En esto serán ayudados por los Espíritus buenos que se interesan por su bien y que se prestan a mostrarles el falso camino que habían seguido. Por vuestras preces y vuestras exhortaciones podéis también contribuir a su mejoramiento, estableciendo de este modo la solidaridad perpetua entre los muertos y los vivos.

Para aquellos, pues, que puedan volver de nuevo, esta vuelta les será un bien, porque será una recompensa. ¿Qué importa lo que ellos hayan sido ni lo que hayan hecho, si están animados de mejores sentimientos? Lejos de ser hostiles a la sociedad y al progreso, serán auxiliares útiles porque pertenecerían a la nueva generación.
No habrá, pues, exclusión definitiva más que para los Espíritus profundamente rebeldes, para aquellos a quienes el orgullo y el egoísmo, más que la ignorancia, les tiene sordos a la voz del bien y de la razón. Y aun estos mismos no serán condenados a una inferioridad perpetua, sino que vendrá un día en que repudiarán su pasado y abrirán los ojos a la luz.

Rogad por estos endurecidos a fin de que se enmienden ahora que es tiempo, porque el día de la expiación se les aproxima. Desgraciadamente, desconociendo la voz de Dios, la mayor parte de ellos persistirán en su ceguera, y su resistencia señalará el fin de su reinado por el de las luchas terribles. En su error correrán presurosos a su propia perdición. Apelarán a la destrucción que engendra multitud de males y de calamidades; y de este modo, sin quererlo, precipitarán el advenimiento de la nueva era, pero como la destrucción no será tan rápida como sus deseos, se multiplicarán los suicidios hasta en los niños, en una proporción desconocida. La locura no habrá arrebatado jamás tan gran número de hombres al libro, de los vivos aún antes de que estén muertos. Estas serán las verdaderas señales de los tiempos. Y todo se cumplirá por el encadenamiento de las circunstancias, sin que nada se derogue en las leyes de la naturaleza, tal como os lo llevamos dicho.

Entretanto, a través de la densa sombra que os envuelve y en medio de la grande tempestad que os amenaza, ¡ved aparecer los primeros fulgores de la era nueva! La fraternidad sienta sus fundamentos en todos los puntos del globo y los pueblos se tienden la mano; la barbarie se familiariza al contacto de la civilización; los prejuicios de razas y sectas, que han hecho derramar lagos de sangre, se extinguen; el fanatismo y la intolerancia pierden terreno, mientras que la libertad de conciencia se abre paso entre los buenos y se proclama como un derecho. Por todas partes las ideas fermentan: se ve el mal y se ensaya remediarlo, pero muchos caminan sin brújula y se engolfan en utopías. El mundo se halla empecinado en un inmenso trabajo de transformación que durará un siglo; en este trabajo, todavía confuso, se ve, no obstante, dominar una tendencia desde el principio: la de la unidad y uniformidad que predispone a la fraternidad. Éstos serán los signos de los tiempos que han de venir, bien contrarios, por cierto, a los precedentes, pues mientras estos son los de la agonía del pasado, aquellos son los primeros lamentos del niño que nace, los precursores de la aurora que lucirá sus galas en el siglo próximo, porque entonces la nueva generación estará en todo su apogeo. Mientras, el aspecto del siglo decimonono diferirá del aspecto del decimoctavo desde ciertos puntos de vista, como el siglo vigésimo diferir del actual por otros que le serán propios.

Uno de los caracteres distintivos de la nueva generación será la fe innatano la fe exclusivista y ciega que divide a los hombres, sino la fe razonada que esclarece y fortifica, que une y confunde en un común sentimiento de amor a Dios y al prójimo. Con la generación que se extingue desaparecerán los últimos vestigios que la incredulidad y del fanatismo; contrarios por igual al progreso moral que al social.

El Espiritismo es el camino que conduce a la renovación, porque derroca los dos más grandes obstáculos que a ella se oponen: la incredulidad y el fanatismo. Como innato o en estado de intuición en el corazón de sus representantes, desenvuelve todos los sentimientos e ideas que corresponden a la nueva generación y da una fe sólida y esclarecida. La era nueva le vera engrandecer y prosperar por la fuerza misma de las cosas; viniendo a ser la base de todas las creencias y el punto de apoyo de todas las instituciones.

Pero hasta entonces, ¡que de luchas no habrá de sostener contra sus dos más encarnizados enemigos, la incredulidad y el fanatismo! Aunque parezca extraño, estos principios tan antitéticos, estos polos tan opuestos, se dan la mano para no ser vencidos en la lucha. Presienten el porvenir y su muerte, y no quieren dejar ondear sobre las ruinas del egoísta viejo mundo la bandera que ha de unir a todos los pueblos.

En la divina máxima: Fuera de la caridad no hay salvación, ellos leen su propia condenación, porque es el símbolo de la nueva alianza fraternal proclamada por Cristo, símbolo que se les presenta como la sentencia fatal del festín de Baltasar. Y sin embargo, esta máxima les garantiza que no han de ser víctimas de las represalias de aquellos a quienes hoy persiguen; esta máxima debieran hacerla objeto de su culto. Pero no, una fuerza ciega les impele a rechazar lo único que pudiera salvarles.
¿Qué podrán contra el ascendiente de la opinión que les repudia? El Espiritismo saldrá triunfante de la lucha, no lo dudéis, porque está en las leyes de la naturaleza, y es por eso mismo imperecedero. Ved porque multitud de medios, la idea se esparce y penetra en todas partes; estos medios, creedlo, no son fortuitos, sino providenciales, y si al principio parece deben servirles de obstáculo, es precisamente porque así ayudan a su propagación.

Dentro de poco surgirán campeones acreditados que apoyarán su autoridad en su nombre y en su ejemplo e impondrán silencio a los detractores, quienes no osarán calificarles de locos. Estos hombres harán sus estudios en el silencio y no se mostrarán hasta el momento propicio. Hasta entonces, es útil que permanezcan ignorados.

Dentro de poco veréis a las artes acudir al Espiritismo como una mina fecunda, y traducir sus pensamientos y los horizontes que descubre por la pintura, la música, la poesía y la literatura. Ya se os ha dicho que habrá un día para el arte espírita, como lo hubo para el arte pagano y para el arte cristiano, en que los más grandes genios se inspirarán en esta verdad. Pronto veréis los primeros resplandores y más tarde alcanzará el apogeo que debe alcanzar. Espiritistas, el porvenir es vuestro y de todos los hombres de corazón, y de confianza. No os arredren los obstáculos, porque no hay ninguno que pueda obstruir los designios de la Providencia. Trabajad sin interrupción y dad gracias a Dios por haberos colocado a la vanguardia de la nueva falange. Este es un puesto de honor que habéis pedido y del que os haréis dignos por vuestro valor, vuestra perseverancia y vuestro desinterés. Aquellos que sucumban valerosamente en esta lucha contra la fuerza, obtendrán su galardón; a los que sucumban por debilidad o miedo, la confusión les rodeará en el mundo de los Espíritus. Las luchas son necesarias para fortificar el alma;el contacto del mal hace apreciar mejor las ventajas del bien. Sin las luchas que estimulan las facultades, el Espíritu se entregaría a una apatía funesta para su progreso. Las luchas contra los elementos desarrollan las  fuerzas físicas e inteligentes; las luchas contra el mal desenvuelven las fuerzas morales.


Libro de Los Espíritus también nos habla:

….Todos vosotros, hombres de fe y de buena voluntad, trabajad pues, con celo y valor en la gran obra de la regeneración, por cuanto cosecharéis centuplicado el grano que hayáis sembrado. Desventurados los que cierren los ojos a la luz, porque se están preparando para sí mismos largos siglos de tinieblas y decepciones. Desventurados los que cifren todas sus alegrías en los bienes del mundo, porque soportarán más privaciones que goces hayan tenido. Y desventurados, sobre todo, los egoístas, porque no encontrarán a nadie que les ayude a cargar el fardo de sus miserias…
SAN LUIS

I. Destrucción necesaria y destrucción abusiva


728. La destrucción ¿es una ley de la Naturaleza?
- Precisa que todo se destruya para renacer y regenerarse. Porque lo que llamáis destrucción no es sino una transformación, que se propone por objeto renovar y mejorar a los seres vivientes.

728 a. Así pues, el instinto de destrucción ¿habría sido dado a los seres vivos con miras providenciales?
- Las criaturas de Dios son los instrumentos de que Él se sirve para alcanzar sus fines. Con el propósito de alimentarse, los seres vivos se destruyen mutuamente, y esto, con el doble objetivo de mantener el equilibrio en la reproducción, la cual podría tornarse excesiva, y utilizar los despojos de la envoltura exterior. Pero lo que siempre se destruye es esta envoltura, que sólo constituye el accesorio y no la parte esencial del ser pensante. La parte esencial es el principio inteligente, que es indestructible y se va elaborando en las diversas metamorfosis que experimenta.

729. Si la destrucción es necesaria para la regeneración de los seres, ¿por qué la Naturaleza les provee de medios para preservación y conservación?
- Con el objeto de que la destrucción no se produzca antes del tiempo preciso. Toda destrucción prematura osta el desarrollo del principio inteligente. De ahí que Dios haya otorgado a cada ser la necesidad de vivir y de reproducirse.

El Libros de Los Espíritus también nos indica lo siguiente en relación a los Mundos Transitorios:

II.- Mundos transitorios
234. ¿Existen, como se ha afirmado, mundos que sirven a los Espíritus errantes como estaciones y lugares de descanso?

- Sí, mundos hay dedicados en particular a los Seres errantes y en los cuales pueden éstos residir en forma temporaria; especie de vivacs o campamentos donde puedan reposar en una prolongada erraticidad, período este que es siempre un tanto penoso. Se trata de situaciones intermedias entre los otros mundos, graduadas conforme a la naturaleza de los Espíritus que pueden ir allí, y éstos disfrutan en esos lugares de un bienestar más o menos intenso.

234 a. Los Espíritus que en esos mundos habitan ¿pueden dejarlos a voluntad?
- En efecto, los Espíritus que se encuentran en tales globos pueden marcharse para ir a donde deban. Imaginadlos como aves de paso que descienden en una isla, a la espera de recobrar sus fuerzas y reanudas la marcha hacia su destino.

235. ¿Progresan los Espíritus durante esas estaciones en mundos transitorios?

- Por cierto que sí. Los que de esta manera se reúnen lo hacen con el propósito de instruirse y poder, con más facilidad, obtener permiso para ir a lugares mejores, llegando a la posición que alcanzan los elegidos.

236. Los mundos transitorios ¿están perpetuamente, por su especial naturaleza, dedicados a los Espíritus errantes?

- No, su situación es sólo temporaria.

236 a. ¿Son ellos habitados al mismo tiempo por seres corporales?
- No, puesto que es estéril su superficie. Los que allí residen no tienen necesidad de nada.

236 b. Esa esterilidad ¿es permanente y deriva de su naturaleza especial?
- No, son estériles en forma transitoria.

236 c. Dichos mundos ¿deben entonces hallarse desprovistos de bellezas naturales?
- La Naturaleza se traduce en las bellezas de la inmensidad, que no son menos admirables que lo que llamáis vosotros bellezas naturales.

236 d. Puesto que el estado de tales mundos es transitorio, nuestra Tierra ¿se contará algún día entre ellos?
-Ya lo fue.

236 e. ¿En qué época?
- Durante su formación.

Nada en la Naturaleza es inútil. Cada cosa tiene su fina-lidad y su destino. Nada está vacío, sino todo habitado, y la vida se encuentra por doquier. Así, durante la larga secuela de siglos que transcurrieron antes de la aparición del hombre en la Tierra, en el curso de esos lentos períodos de transición atestiguados por las capas geológicas, incluso antes de la formación de los primeros seres orgánicos, sobre aquella masa informe, en ese árido caso en que los elementos se hallaban confundidos, la vida no estaba ausente. Seres que no tenían ni nuestras necesidades ni nuestras sensaciones físicas encontraban aquí un refugio. Dios ha querido que, aun en ese imperfecto estado, sirviera ella para Allan Kardec http://www.espiritismo.es algo. ¿Quién se atrevería a decir, pues, que entre esos miles de millones de mundos que en la inmensidad circulan, uno solo, uno de los más pequeños, perdido entre la multitud de ellos, tuviese el privilegio exclusivo de estar poblado? ¿Cuál sería en tal caso la utilidad de los demás? ¿Sólo los habría hecho Dios para que recrearan nuestra vista? Suposición absurda, incompatible con la sabiduría que de todas sus obras dimana, e inadmisible si se piensa en todos aquellos mundos que no podemos percibir. Nadie negará que hay en esta idea de los mundos todavía inadecuados para la vida material, y sin embargo poblados por seres vivientes que se adaptan a ese medio, algo de grande y de sublime, donde se encuentra quizá la solución de más de un problema.


Conclusión Final:

        Te preocupas tanto por las catástrofes que incautos dicen sin corroboración ni científica ni espiritual que te has auto impuesto unas gríngolas que no te dejan ver lo que en realidad no significa nada n uevo ni sustentable.  ¿Por qué no evalúas lo queLos Espíritus Superiores, nos dejaron saber en La Codificación Espírita a través de Allan Kardec?.  Te sorprenderá ver que para 1857 en el libro de Los Espíritus, cuando la tecnología no estaba ni tan siquiera en panales, ya este apercibimiento de que no nos dejáramos embaucar por incautos llegara.

        Es tiempo de “Time Out”. Como dicen los deportistas, detente, piensa y razona en base a los acontecimientos y en base al conocimiento Científico y humano a estos tiempos.  No sigas creyendo en falacias, en tonterías, en teorías no probadas y a cuentos de camino.

        Nunca ha sido el propósito de Dios, destruir con una catástrofe lo que el creo con tanto amor y seriedad. Dios es Inmutable, no cambia de parecer como las veletas que les da el viento.  Los cambios importantes que ya estamos experimentando son en términos morales.  Son en razón de los nuevos encarnados más evolucionados y cuyo enfoque es en el Bien Común. A groso modo deberás interpretar que si esa regeneración ya la habíamos comenzado. Los adelantos tecnológicos y el desplegué de tantos seres humanos con una visión más hacia el Bien Común es lo que viene predominando.

        Todo el que conoce sobre la Filosofía Espírita, no torna sus pasos a tras, sino que se enamora de lo que en esencia es plan de Dios para la Humanidad. Ninguna persona que claramente sabe distinguir entre lo bueno y lo malo, lo excelente de lo corrupto, podrá negar que el Bien Común es el camino a seguir.  Los nuevos encarnados ya vienen preparados mentalmente para enfocarse hacia el bien de los demás en la humanidad, lo vemos cuando evaluamos esas nuevas generaciones de encarnados, muy aptos para la tecnología y que ya están enfocados hacia el Bien Común.

        Los grandes consorcios de publicación de información masiva y las redes sociales que son preponderantes en nuestras vidas, dan mayor énfasis a las calamidades que a lo sublime que provoca de la práctica del bien común, de la Caridad y la Compasión Humana.  No estará muy lejos el poder palpar esa ola gigantesca de aquellos que creen en su interior sobre los beneficios del bien sobre el mal.

        El mal ya luce ridículo ante los ojos de la Humanidad. Hemos visto como regímenes árabes se ha derrumbado, por consecuencias de revueltas de personas que estaban cansados de los abusos y atropellos de dictadores infames que hostigaron por generaciones a los pueblos que gobernaban.

        Una tendencia a proteger el planeta, a proteger animales en vías de extinción, a la eliminación de la leyes de sentencias de muertes a los que violan la ley, en fin los factores económicos y al equilibrio económico en todas partes del mundo, son indicios de esos cambios que se están experimentando.  La Muerte por suicidios es una de las señales mencionadas por Los Espíritus Superiores, están dando los indicios en que esta regeneración de la Humanidad ya está en el proceso indicado.

          He hecho mención en este artículo sobre los mundos transitorios a manera de exponer lo que los Espíritus Superiores nos indicaron, y está meridianamente claro que la tierra ya pasó esa etapa en su formación, nos toca ahora continuar con el desarrollo y la regeneración que es necesario para continuar con el progreso espiritual esperado.

        El Espiritismo es y será el instrumento más contundente para ayudar a esa TransformaciónMoralque se necesita.  Aunque los Espíritus Impuros han estado dando una lucha inmensa, obsesionando a millones en la fascinación de los adeptos de las religiones en el mundo entero, serán descubiertos cuando sus predicas no tengan los resultados que ellos predican. Serán desenmascarados y entonces, se dará lugar a que los decepcionados que buscaran consuelo a sus desgracias puedan desembocar en nuestraFilosofía Espírita de Bien Común y de Moral.


Frank Montañez
Director de la Página "Soy Espírita"
http://soyespirita.blogspot.com/